10 de diciembre de 2014

Salve Regina

Salve Regina ("La Salve") es una de las más populares y conocidas oraciones a María la madre de Jesús, originariamente escrita en latín. Inicialmente era una antífona mayor e himno. Es una de las cuatro antífonas del Breviario dedicadas a Virgen (las otras tres son Alma Redemptoris Mater, Ave Regina Coelorum y Regina Coeli).

Se trata originalmente de una secuencia con rima en "e", aunque la disposición de los versos puede variar según los recopiladores. Durante algún tiempo fue atribuida a Bernardo de Claraval; ahora se sabe que éste sólo añadió la invocación final: O clemens, o pia / o dulcis, Virgo Maria (que introduce una pareja de versos con rima en "ia"); también se ha atribuido al obispo de Compostela Pedro de Mezonzo, al de Le Puy-en-Velay Ademar de Monteil, al monje alemán Hermann von Reichenau entre otros.

Los cistercienses, los dominicos y los franciscanos promovieron su uso en diversas circunstancias (en especial en la liturgia de las horas). En 1250 Gregorio IX la aprobó y prescribió que se cantara al final del rezo de las Completas. Los monjes la cantaban antes de dormir y los monjes de la orden de Predicadores la cantaban en procesión con velas encendidas.

La gran variedad de representaciones de la Virgen y la devoción existente en cada lugar donde se venera ha generado la creación de una "Salve" particular según la advocación del lugar.





Letra (latín):
Salve, Regina, mater misericordiae

Vita, dulcedo, et spes nostra, salve.
Ad te clamamus, exsules, filii evae.
Ad te suspiramus, gementes et flentes
in hac lacrimarum valle.

Eia ergo, Advocata nostra,
illos tuos misericordes oculos
ad nos converte.
Et Iesum, benedictum fructum ventris tui,
nobis post hoc exsilium ostende.
O clemens, O pia, O dulcis Virgo Maria.

Ora pro nobis sancta Dei Genetrix.
Ut digni efficiamur promissionibus Christi. Amen. 

Traducción:
Dios te Salve, Reina y Madre de Misericordia,
Vida, dulzura y esperanza nuestra. Dios te Salve.
A ti clamamos los desterrados hijos de Eva.
A ti suspiramos gimiendo y llorando
en este valle de lágrimas.

Ea pues, Señora Abogada nuestra,
vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos,
y después de este destierro, muéstranos a Jesús
Fruto bendito de tu vientre.
Oh clemente, oh piadosa, oh dulce Virgen María.

Ruega por nosotros Santa María Madre de Dios,
Para que seamos dignos de alcanzar
Las promesas de Nuestro Señor Jesucristo. Amén.



Dicha obra es interpretada por el coro de cámara Gaudia Música bajo la dirección de José Ramón Rioz. La grabación pertenece al disco Gaudia Musica Escolanía de Guriezo grabado por el técnico Yuyo Hornazábal en la Iglesia de San Vicente de la Maza de Guriezo en el año 2003.



¡Esperemos que os guste!

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