26 de mayo de 2015

La sordera de Beethoven

Uno de estos días hablando durante el ensayo salió el tema de ciencia ficción de "Si pudieses viajar al pasado ¿a que compositor te gustaría ver como creaba sus grandes obras?" Las respuestas fueron variadas Monteverdi, Mozart, Beethoven... pero se añadió una clave más a la discusión y era la curiosidad de ver componer a Beethoven con su profunda sordera. Hoy vamos a dar unas pinceladas más sobre este asombroso hecho.

En su primera etapa Beethoven utilizaba todos los tonos que se le antojaban. Hasta que la enfermedad debutó con la pérdida de la capacidad para escuchar los sonidos agudos. A medida que progresaba la dolencia el músico empezó a usar notas de frecuencia media y baja porque eran las que mejor podía manejar.

Beethoven podía componer sobre el papel e imaginar las notas, escucharlas en su cabeza. De hecho cuando ya oía mal se aseguraba de no tener un piano en la sala donde estaba componiendo para no tener la tentación de tocar lo que estaba escribiendo hasta que lo hubiera terminado, no quería desesperarse al escucharlo. Un detalle interesante que resaltan los científicos es que no es imprescindible escuchar todas las frecuencias para poder utilizarlas en una composición.

Esto enlaza con un vídeo de TED-Ed que teníamos pendiente colgar en el blog y que nos deja entrever como podía ser la construcción de esos magníficos edificios que son las obras de Beethoven. Resulta maravilloso y todavía inexplicable como podía llegar a tan nivel de perfeccionamiento.





De momento dejaremos el asunto de vida y milagros de Beethoven para la futura entrada de "Compositores ilustres". Así que por hoy aquí dejamos esta entrada.

Como no podía ser de otra forma nos despedimos con una de las mejores obras de Beethoven, la novena sinfonía que la compuso totalmente sordo. El vídeo siguiente es una sección de la película Copying Beethoven (2006) en la que se relata la vida del compositor pero tomándose algunas licencias como por ejemplo que dirigiese sordo a la orquesta en el estreno de la novena sinfonía y que su ayudante le indicase la dirección. Aún así, y teniendo en cuenta estos casos, la película es una buena obra que aprovechamos para recomendarla. Ahora sí, nos despedimos con una adaptación de la novena sinfonía interpretada en Copying Beethoven.





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